martes, 21 de junio de 2011

De Clerambault, la señora Dupont y en el medio la erotomanía



Gaëtan Gotian de Clerambault dejó huella importante en Lacan como maestro, construyó el concepto de Síndrome de Automatismo Mental, para dar coherencia a la clasificación de las enfermedades mentales, las definía a partir de un elemento común: el automatismo mental. Para él las perturbaciones, el síndrome era de origen orgánico, y la perturbación se imponía al sujeto de manera exterior a él y de manera brutal, como un “automatismo”.




Enrolado en el ejército en Marruecos se apasionó por el drapeado árabe, por el arte de esas mujeres de anudar sus telas y deslizarlas a lo largo de cuerpo, junto con la atracción hacía el cuerpo vestido de la mujer árabe, su otra pasión era el tema de la erotomanía, cuya fuente principal es un intenso orgullo sexual, es erotómano o erotómana quien cree ser a amado o amada de aquella o aquél al que se desea castamente y que puede ser un general, un personaje célebre, actor, rey o académico.




Así entra en escena la señora Dupont que está persuadida de que el príncipe de Gales le hace avances (le tira onda se diría actualmente), la acosa, le da en todas partes citas a las que luego no acude. La señora Dupont se enciende de rencor, lo acusa de engañarla y cruza el Canal de la Mancha para sorprenderlo en flagrante delito de traición. De regreso a París, agrede en la vía pública a un policía, que la lleva a la oficina de Clerambault que era la enfermería especial de la prefectura de policía de París, para entregarla oficialmente.




Para Clerambault la erotomanía era una representación de la realidad que no por ser loca era menos lógica, junto a Freud los surrealistas creía que la locura era vecina de la verdad, la razón de la sin razón.

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